Una fuerza energética, mágica que provenía desde el espíritu
En algunos momentos en la conciencia de la vida cotidiana he tenido eventos mágicos en los que me he dado cuenta que mi cuerpo energético o mi cuerpo de ensueño se pone en mayor contacto o más en directo con mi ser de esta primera atención.
He aquí un ejemplo que puedo recordar:
Un día en en el consultorio donde doy mi servicio social de nutriología médica, en donde atiendo a pacientes con afectaciones en el riñón en general, diabetes, hipertensión arterial y un síndrome metabólico, me tocó estar solo, pues el nutriólogo especialista titular del consultorio tuvo que ausentarse; por lo tanto me dejaron la responsabilidad de atender a los pacientes citados.
A media mañana llegó un paciente, un hombre mayor que iba solo, al principio le pareció extraño verme a mi y dudó incluso si yo estaba apto para atenderlo, puesto que al estar ya acostumbrado a ser atendido por el otro doctor se sintió cohibido. Lo mismo fue para mí, yo estaba nervioso, ya que eran las primeras ocasiones que me tocaba atender a los pacientes, y sentía que aún tenía muchas dudas al respecto, pero al momento en que entró el paciente y comenzamos la consulta todo fluyó como agua, él se desenvolvía y yo lo escuchaba con respecto a sus afectaciones y síntomas y me mostraba sus estudios de laboratorios bioquímicos y el último plan de alimentación que había recibido.
Pude en ese momento entrar en un canal distinto, un canal en donde me sentía guiado por una voz interior que me decía qué comunicarle a esta persona, a este ser luminoso que tenía enfrente de mí y sabía perfectamente qué hacer con él, tanto en una forma científica y racional, así como en una forma energética y mágica. Me dispuse a aclarar todas las dudas que el hombre tenía e incluso él reconoció que había mucha empatía, también mencionó que le recordaba a un hijo suyo fallecido. Hice los cambios que tenia que hacer para darle una nueva prescripción en su tratamiento así como poner en claro que debía cambiar en sus rutinas y hábitos diarios, así como en su forma de sentir para poder mejorar su estado de salud.
De esta forma el paciente recibió su nuevo tratamiento y lo llevó a cabo, pero ya con un ánimo diferente, fue como si algo hubiera movido fibras en su ser entero que hicieron que cambiara su percepción de sí mismo, se fue muy contento aquella vez y siguió el tratamiento nutricional en la medida de lo posible, con muy buen apego, al cabo de unos meses regresó y a pesar de que con base en los análisis anteriores el pronóstico no era muy bueno, el paciente mejoró enormemente e incluso dejó los medicamentos y se controló con el aumento de la actividad física y una nutrición correcta.
Pero también, con ese cambio en el punto de encaje que tuvo aquella vez que platicamos profundamente en cuanto a su familia, su historia personal y sus sentimientos, se ha mantenido sano y en buen estado pese a los pronósticos preestablecidos, yendo en contra de lo que se hubiera creído que sucedería en su caso.
En conclusión fue como si una fuerza energética, mágica que provenía desde el espíritu hubiera dictado a mi ser de la primera atención qué hacer y qué prescribir y los resultados fueron muy alentadores.
Muchas gracias por compartir 🙂