Entrevista a Mónica Sofía
Las cosas que este camino de conocimiento ha brindado a cientos de practicantes de Tensegridad, lo valioso que es y que no se encuentra en otros caminos. Aprendizajes y lecciones que aprendidas del Nagual Carlos Castaneda.
Entrevista realizada por parte de Oleg Shmyrin, facilitador de La Tensegridad de Carlos Castaneda de Moscú, Rusia.
Oleg Shmyrin – ¡Saludos, Mónica! Es un placer hablar contigo. Nos interesa tu camino de Tensegridad. Dime, ¿cómo descubriste los libros de Castaneda? ¿Qué te llevó a esos libros? ¿Y qué sentiste cuando las leíste?
Mónica Sofía: Hola Oleg, un gusto platicar contigo. Respondiendo tu pregunta, los libros los descubrí por un maestro de Yoga en la universidad. Él formó un grupo en donde hacíamos diferentes actividades para incrementar nuestra consciencia.
En un inicio quizo que conociéramos los diferentes caminos que existen para acrecentar la consciencia. En cada camino o área de conocimiento nos mostraba la teoría y la práctica de ese conocimiento. Uno de estos caminos fue el camino con corazón del linaje de Carlos Castaneda y Don Juan Matus. Este maestro de la universidad nos dejó la tarea de leer todos los libros de Carlos Castaneda. Cuando los leí, me atraparon inmediatamente, sentí que había verdades universales en lo que leía, algo de lo que leía resonaba en mí.
Oleg – Tú viste como comenzaba a desarrollarse este movimiento de los primeros grandes talleres de Tensegridad. Parece que era un momento cuando Castaneda pasó de conferencias y reuniones gratuitas al contexto de aprendizaje más amplio y introdujo por primera vez la tarifa de matrícula. ¿Cuál fue la primera clase para ti? ¿Qué comprendiste? ¿De qué hablaron en esta clase y qué aprendieron?
Mónica Sofía – Asistí al primer seminario abierto en México en 1994. Carlos Castaneda era muy generoso con el conocimiento, respondía lo que le preguntaban, pero eso sí, cuando alguien hacía una pregunta fuera de lugar, se reía y lo mencionaba. Castaneda lo hacía en forma elegante.
Le gustaba que la gente hiciera preguntas, de hecho dio varias charlas fuera del seminario a pequeños grupos y nos decía: ¡pregunten, pregunten! En esa ocasión le pregunté qué se requería para fortalecer tu voluntad, y él dijo ¡Con energía Corazonsote!. En ese momento no lo entendí del todo, ahora me hace total sentido. Teniendo energía puedes lograr muchas cosas.
En esas charlas respondió todas las preguntas, el tiempo volaba, todos queríamos saber más y no nos queríamos ir. Las charlas se extendían por horas.
Algo que suelo recordar y que me sirvió para decidir estar en este camino es algo que comentó Carlos Castaneda en algún momento. Dijo que en cierto momento de su vida, debido al éxito de los libros que escribió, se le abrieron las puertas para conocer a los más importantes maestros del mundo de ese momento. Cuando Don Juan se fue, él tenía muchas dudas y se sentía inseguro. Así que decidió visitar a estos grandes maestros del momento. Dijo que recorrió todo el mundo buscando un guía que aclarara sus dudas.
Contó la anécdota de que en una ocasión visitó a un famoso maestro. Durante la sesión, rosearon “agua bendita”, él tenía en ese momento la boca abierta y le cayeron unas gotas de esa agua dentro de la boca, al probarla le supo a orines, y en ese momento dijo: “Guácala” , ( palabra en español para expresar asco). Y al mencionarlo, le dijeron: “Todo lo que sale del baba es sagrado”. Es decir que para ellos hasta los orines de ese maestro eran sagrados.
En otra ocasión, conoció a una famosa vidente de Los Ángeles, California. La primera vez que la fue a ver, él se presentó como un latino que tenía problemas con su esposa. La mujer le dijo que su problema era que estaba casado con una persona que no era de su misma raza.
Pasó el tiempo y fue a ver a la misma mujer, esta vez se presentó como Carlos Castaneda, la mujer al verlo le dijo que percibía una luz y energía alrededor de él muy fuerte. Cosa que no mencionó la primera vez que lo vio.
Nos platicó otras anécdotas sobre su deambular con grandes maestros de la época y cosas bizarras sobre ellos.
Finalmente nos dijo que en esa búsqueda no encontró a nadie que tuviera la altura y el crecimiento de Don Juan Matus. Muchos de esos “maestros” estaban llenos de egomanía.
Esto es importante porque estas historias, me hicieron ver que estamos en una tradición con herramientas muy valiosas, que te sirven para conocerte realmente y que es un camino verdaderamente conectado con el corazón. Con la práctica de este conocimiento, te empiezas a pulir como una piedra que está muy rasposa hasta quedar lisa y suave. Y entonces empieza a salir tu verdadero ser, empiezas a dejar atrás al ser socializado, y la máscara que has presentado ante el mundo.
En esta tradición nos reconocemos como los seres egocéntricos que somos, pulimos nuestras aristas a través de la recapitulación. Mediante la recapitulación te abres y ves tus errores y tus virtudes a la vez. Donde aprendes a ser amigo de tu ego. A reconocer tus fallas, así como tus logros. Donde al recapitular, te vas vaciando poco a poco para dejar entrar algo nuevo a tu vida y poder así tener acceso a otros recursos que rara vez accedemos.
Empiezas poco a poco a empoderarte, a ser responsable de tu vida, a pararte en tus propios pies, a ver que todo es posible.
Oleg: ¿Cómo recuerdas al nagual Carlos Castaneda? ¿Qué te sorprendía más de su persona?
Mónica Sofía: La impresión que dejó en mí fue de un ser energético, simpático, ocurrente y con chispa, que se podía reír de sí mismo, y eso resonaba en todos los que lo escuchábamos. Sus anécdotas hablaban de la condición del ser humano y de nuestros patrones repetitivos que pocas veces llegamos a revisar y cuestionar.
Él decía: ¿Cómo te explicas esta discrepancia?: El ser humano ha tenido grandes logros en la ciencia, en ingeniería en varias áreas del conocimiento y ha mostrando que es un ser muy inteligente. Y por otro lado pierde gran cantidad de energía en cosas tontas como por ejemplo, en repasar cientos de veces en su mente, el momento en el que su jefe se burló de él.
Y nadie se cuestiona esa discrepancia. Por un lado somos muy inteligentes y por otro lado actuamos tontamente y perdemos energía inútilmente en cosas que no valen la pena, y pasamos días enojados y resentidos, muchas veces toda una vida.
Mencionaba que no usamos bien la mente, incluso la llamaba: “la instalación foránea” porque gran parte del tiempo la tenemos ocupada en la dispersión, en lo que no funciona, en resentimientos, en cosas que nos quitan energía.
Oleg: ¿Cuándo fue la primera vez que empezaste la práctica de la Recapitulación? ¿Fue fácil para ti?
Mónica Sofía: Puedo decir que la recapitulación funciona y te doy un ejemplo muy claro. Cuando era joven solía tener sueños repetitivos de los 5 años, cuando me llevaron a vivir lejos de mi familia a un Pueblo. Fue una época de soledad y tristeza. Fue solo un año pero dejó importantes huellas en mí. Ya como adulta, solía soñar frecuentemente con ese pueblo. Tras recapitular decenas de escenas de esa época, dejé de soñar y de sentirme atrapada. Mis pesadillas, miedos y creencias que adopté en esa época cesaron. Limpié esa etapa de mi vida y pude avanzar y dejar de repetir patrones de conducta no gratos que adquirí en esa época.
A mucha gente no le gusta recapitular, prefieren hacer solo pases mágicos, pero la recapitulación es mucho más importante porque te permite hacer ajustes a tu vida. Esa energía que dejabas en patrones de comportamiento no sano, ahora la puedes usar para tu crecimiento y desarrollo, en cosas que valen la pena.
Oleg: ¿Tuviste algunas historias divertidas en tu práctica? ¿Puedes compartirlo con nosotros?
Mónica Sofía: Algo que veo es que todos somos muy parecidos y es curioso ver que los mismos patrones que tuve al inicio de mi aprendizaje, y algunos los sigo teniendo, los tenemos muchos de nosotros, me veo en ellos. Y veo todavía que tengo mucho que recapitular aún, porque el trabajo sigue.
Estas historias surgen a cada momento y muchos no queremos abrirnos y exponer nuestras debilidades o aristas porque la sociedad nos ha enseñado que tenemos que mostrar que somos geniales todo el tiempo. Invertimos gran cantidad de nuestra energía en demostrarlo, el problema es que no nos permitimos exponer nuestras flaquezas, no está bien visto.
Cuando empiezas a sacar “tus trapitos al sol” como decimos en México, es decir exponer tus flaquezas, te empiezas a reír de ti y las cosas empiezan a cambiar, eres más auténtico y el universo empieza a conspirar a tu favor para pulirte y limpiar esas áreas. Y nuevamente, la herramienta para ello es la recapitulación.
Vivimos en una sociedad que se miente a sí misma, tanto, que nos creemos nuestras propias mentiras y las defendemos hasta la muerte. Pocas veces nos detenemos a revisar qué tan ciertas son esas “verdades” que nos hemos repetido tantas veces. Pasamos media vida repitiendo patrones no sanos sin siquiera cuestionarlos. Carlos Castaneda decía que la mayoría de la gente se va a la tumba y nunca se cuestiona sus hábitos de comportamiento y si realmente le sirven de algo.
Oleg: Mirando ahora a la historia de tu vida, ¿qué crees, que podrías suponer, quien serías si no te decidieras a ir por el camino del guerrero, por el camino del conocimiento? ¿ La Tensegridad cambió tu vida?
Mónica Sofía: Sí definitivamente, este camino me ha ayudado a ser un poco más consciente en mi vida, y aún me queda bastante camino que recorrer. Siempre hay cabida para tener más y más consciencia. Ahora puedo corregir mientras sigo caminando y en unas áreas me doy cuenta más fácilmente que en otras áreas, donde me cuesta un poco más, pero sigo en el camino del aprendizaje, empujándome a arriesgar más, a desarrollarme, a enfrentar mis miedos. Solo queda avanzar y entre más avanzas te das cuenta de todo lo que no sabes.
Oleg: ¿Puedes contarnos un momento dramático de tu vida y cómo Tensegridad te ayudó en un momento difícil?
Mónica Sofía: En una ocasión fui a un seminario de Tensegridad en los Ángeles, California. Después del seminario fui con una amiga al centro de los Ángeles, estuvimos de compras. En algún momento dejé de ver a mi amiga, nos perdimos, estuve caminando por 1 hora. Ella me había llevado hasta allí, yo no sabía qué camión tomar de regreso. La dirección de la casa a donde iba tampoco la traía conmigo, la había dejado en el lugar confiada de que iba con mi amiga.
Tomé un camión que no era el correcto, me bajé en una calle que no era la casa. Después de caminar por casi 2 horas me empezó a dar miedo, estaba oscureciendo y no tenía ni idea de dónde estaba ni en dónde quedaba la casa.
Llegó la noche y yo seguía caminando sin encontrar el lugar, era una zona con muchos vagos. Entré a una tienda y compré un mapa, que no me sirvió de nada pues no tenía la dirección a la que iba.
En ese momento me empezó a entrar cierto pánico, no tenía dinero, esa zona se veía peligrosa y nadie contestaba el teléfono en la casa en donde me quedaba. La chica con la que iba se iba a regresar a México esa misma tarde.
Entonces recordé que en el seminario nos dijeron que si teníamos un problema en nuestra vida, pusiéramos nuestras manos en la matriz, formando un triángulo con éstas. Lo hice inhalando y exhalando varias veces. En la última respiración, vi que se aproximaba hacia mí una chica en un auto, bajó la ventanilla y me dijo que estaba perdida. Casi lloro cuando la escuché, le dije que yo también estaba perdida y que yo vivía en otro país y no conocía ese lugar. En ese momento me dijo: ¡Entra al auto, esta zona es muy peligrosa!, entré a su auto en ese momento.
“Ya es tarde”, me dijo, mejor buscamos el lugar donde te alojas y mañana vengo a buscar el lugar que estoy buscando. Le di el número telefónico de la casa a donde iba, finalmente respondió alguien y le dio instrucciones a la chica de cómo llegar.
Llegué sana y salva a la casa guiada por un ser que llegó de la nada exactamente después de hacer la respiración de la matriz. Eso para mí fue una muestra de que esto que hacemos funciona, que las mujeres tenemos un segundo cerebro, que es la matriz y no lo sabemos. En este camino lo aprendes.
Así como ésta hay varias anécdotas sobre cómo la tensegridad me ha ayudado en mis relaciones, en mi trabajo, a tomar decisiones etc.
Oleg: ¿Cuáles son tus favoritos lugares de poder en México?
Mónica Sofía: Tula y las pirámides. Cada vez que voy entro en un ánimo donde todo es posible, el cual me renueva.
La pirámide de la luna y el templo de Quetzalcoatl en Teotihuacán. Que por cierto, han habido recientes descubrimientos en este templo. Tengo un amigo antropólogo que está haciendo trabajos en este lugar y se ha ofrecido a llevarnos a la parte interna de este templo. Por si algún día quieren venir.
Amatlán de Quetzalcoatl es otro lugar mágico. Hay un lugar especial allí, es un portal a la segunda atención que puedes sentir si vas sin expectativas y en silencio. Algunos dicen que es el lugar donde nació Quetzalcoatl, de allí su nombre.
Oleg: Yo sé que tienes amistad e interactúas en el silencio interno con un aliado, un árbol que ve. Cuénta sobre tu amigo, el árbol, cómo lo encontraste y qué lecciones (consejos) recibiste de él.
Mónica Sofía: Tengo varios amigos árboles, siento cierta afinidad a los árboles. Ellos me consuelan, me hacen cambiar de vista en forma mágica y responden mis preguntas. Son seres que dan respuesta a lo que quieras.
En una ocasión estaba muy triste, estaba pasando por una separación, entré en contacto con un bello árbol, le platiqué mi situación y en forma mágica me hizo ver las cosas de otra forma, y mi estado de ánimo cambió completamente. Entré muy triste y salí con un ánimo de gratitud, de amor y felicidad. Yo misma estaba bastante sorprendida del cambio.
Cada vez que he tenido altibajos en mi vida, los árboles me tranquilizan de una forma mágica.
Cuando he tenido dudas, voy hacia ellos y responden mis preguntas. Son seres muy fuertes, con otra velocidad, que tranquilizan mi metabolismo y me hacen entrar en otro fillum.
Oleg: ¿Qué significa “impecabilidad” para ti? ¿Cómo la entiendes y cómo la sientes?
Mónica Sofía: La impecabilidad es hacer el mejor uso de tu energía en cualquier momento. Es acecharte todo el tiempo, conocer tus miedos y en dónde te agarra el ego, qué cosas tienes que trabajar para no perder energía inútilmente. Si hacemos esto, nos podemos dar cuenta que somos responsables de todo lo que nos pasa. No hay a quién hecharle la culpa de nada. Eres el amo de tu destino.
En algún momento Castaneda definió la impecabilidad como hacer uso de tu energía de la mejor forma en todo momento.
Oleg: ¿Qué crees que podría ser el criterio verdadero de “éxito”, el avance en el camino del conocimiento?
Mónica Sofía: Creo que el verdadero éxito es liberarte de la defensa del YO, el estar vacío y poder fluir en cualquier lugar. Es no tener nada que defender. Eso es lo que le llaman “libertad”, libertad de las cadenas que te tienen prisionero a tus hábitos repetitivos. Liberarte de eso para poder hacer y lograr tus sueños, con energía y consciencia. El poder ser un verdadero viajero del universo, que es nuestra naturaleza.
Oleg: Háblame de tu ensueño. ¿Qué estás soñando en el futuro?
Mónica Sofía: Por ahora estoy haciendo una recapitulación diaria, que me está permitiendo liberarme de mis ataduras cada vez más. Creo que la recapitulación es la clave para hacer cambios reales en tu vida.
Quiero pulirme cada vez más para poder transmitir este conocimiento desde mi silencio, y ser un mejor canal. Sigo ensoñando cómo hacer esto en forma más paciente, conectada con el otro y en forma más amorosa.
Oleg: ¿Qué querías desear a los practicantes de Rusia?
Mónica Sofía: Creo que estamos unidos por el intento de este camino, desearía que sigamos en ello, que no desfallezca. Si alguien crece nos jala a todos, a este cuerpo unificado de practicantes, pues estamos todos conectados, nos influimos unos a otros. Si algún país crece, los demás intentaremos seguirlos, es una consciencia global. En México admiramos el intento de los practicantes de Rusia, gracias por ello. Estamos compartiendo un ensueño juntos, y en conjunto todo es más poderoso.
Enlace a la entrevista original
Wow!!! Que interesante entrevista Moni,muchas gracias por compartir.
Saludos
Un gusto Paulina, te mando un cálido y afectuoso saludo