En lo referente a las relaciones, la Tensegrity me ha ayudado a parar el juego de la culpa

En lo referente a las relaciones, la Tensegrity me ha ayudado a parar el juego de la culpa. Cuando las cosas no salían como se habían planeado, yo me culpaba a mí mismo. Ahora sé que todo es un constante experimento y en lugar de jugar a la culpa, ahora juego al descubrimiento, con asombro y desapego.

La Tensegrity me ha ayudado a escuchar atentamente y con empatía, a entender las perspectivas y los puntos de vista de los demás sin juicios ni interrupciones; a confiar en la gente sin tratar de controlarla, como solía hacer en el pasado; a ser el dador en mis relaciones, sin esperar recibir algo a cambio.  Valorar a los demás es la mejor manera de lograr ser apreciado por la gente a mi alrededor y más importante; es la mejor manera de contribuir  a este mundo.

He soltado la necesidad de tener la razón, de una u otra manera, ahora busco las nuevas vistas de la vida y aprendo constantemente de los otros.  He encontrado que no puedo conectarme con los otros si en mi vida estoy en el “yo, yo, yo”.

Estoy consciente del hecho de que yo estoy hecho de sistemas y de que también soy parte de otros sistemas más grandes, y como parte de esa estructura debo contribuir con todo el sistema de la mejor forma que pueda por el beneficio de todos nosotros y de otras creaturas.