Tu madre: ¿aliada o enemiga?
Todo sobre mi madre
Para crecer como sociedad, es importante sanar la relación con tus padres, en especial la relación con tu madre o la persona que fungió como tu madre. Hoy más que nunca es importante limpiar el vínculo y la relación con la madre. Al hacerlo, estarás sanando tu linaje previo y posterior a ti.
La Dra. Christiane Northrup menciona así: “Los sueños no realizados de nuestras antepasadas maternas forman parte de nuestro legado. Para tener salud y felicidad óptimas, debemos tener claro de qué modo la historia de nuestra madre influyó en nuestro estado de salud, nuestras creencias y nuestra manera de vivir la vida, y cómo continúa haciéndolo”
La madre es la que educa a los hijos
Durante siglos la mujer ha sido la responsable de la educación y cuidado de los hijos. Aún en estos tiempos en que la mujer sale a trabajar, continúa con esa labor de educar y convivir más tiempo con ellos al llegar a casa.
Al convivir con mayor frecuencia con tu madre, es tu principal influencia desde niño, por lo que al final del día, los comportamientos, actitudes y situaciones no resueltas de tu madre, así como sus logros y gozos, influyen en ti.

El mundo necesita niños sanos, para ello requerimos mujeres sanas. Necesitamos que la mujer vuelva a confiar, a sanar, a sentir que vale, que importa, a sentirse empoderada.
Como indica la Dra. Christiane Northrup: “Cuando no se repone periódicamente el combustible necesario para criar y atender a otros, o cuando las madres no consiguen satisfacer su necesidad de desarrollo personal separadamente de las necesidades de sus hijos o familia, los fallos en el sistema sustentador se manifiestan en forma de depresión, ansiedad, e incluso violencia, que afectan tanto a las madres como a los hijos.”
¿Qué vas a hacer para sanar la relación con tu madre?
Cuando somos pequeños, la aprobación o desaprobación de nuestra madre la sentimos como el beso de la vida o el beso de la muerte dice la Dra Northrup.
La relación con nuestra madre tiene el poder de influir en nuestro bienestar. Aún ya de adultos, regresamos a esa misma fuente de atención materna para ver si estamos bien, si somos dignos de amor, y para buscar de alguna forma la aprobación.

Sana tu vínculo materno, Arregla tu vida
Serie de 4 clases en línea
En este taller conectaremos con la guía interior a través de movimientos corporales, respiraciones y ejercicios de acecho para conocer quién es y quién fue realmente nuestra madre. Quiénes somos y qué necesitamos sanar para ser mejores seres humanos y limpiar nuestro linaje. Es un camino que realmente vale la pena explorar.

¿Porqué es importante?
Si empiezas a sanar el vínculo con tu madre, empezarás no solo a sanarte a ti, sino a sanar a tu linaje, incluyendo a tus hijos. Al sanar el vínculo con tu madre, dejarás de repetir patrones de comportamiento que muchas veces no son sanos y que rara vez solemos revisar. Si lo haces, tú y tus hijos empezarán a adoptar comportamientos que repercutirán en forma positiva en sus vidas, serán personas más seguras, más conscientes y dignas de atraer lo mejor.
No hay una universidad para Madres
Lo primero que puedes hacer es ser consciente de que no hay una escuela donde te enseñen a ser madre. No todas las madres tuvieron los recursos o elementos para educarte sanamente, tu madre te educó como pudo y de acuerdo a lo que ella vivió de niña. Las madres de pasadas generaciones tuvieron mucho menos recursos sobre este tema. Saber eso te ayuda a entender a tu madre.
Tú por el contrario, tienes acceso hoy en día a más información, por lo que tu responsabilidad puede ser mayor para sanar tu linaje.
¿Qué significa ser madre o padre?
La historia de tu madre
Un valioso recurso es investigar cómo fue la infancia de tu madre, cómo la trataron, cuáles fueron sus sueños y anhelos, si fueron cumplidos o no, si fue feliz o infeliz; qué cosas la marcaron, qué aspectos la avergonzaron, todos los detalles que puedas obtener.

Empieza haciendo esta investigación con personas que fueron cercanos a ella, amigos, familiares, tal vez ellos tengan otra vista diferente a la que te ha contado tu madre o a la que tú te has creado sobre ella. Después puedes preguntar a tu madre sobre su vida con curiosidad afectuosa y esto puede llegar a ser una excelente oportunidad para acercarte e interesarte por ella.
Al conocer su historia, intenta ver su vida como si no la conocieras, y deja de lado el hecho de que es tu madre. Vela como alguien a quien conociste recientemente, así podrás entender su forma de ser y sus acciones en forma objetiva.
Al saber su historia, ponte en los zapatos de tu madre, imagina que fuiste tú el que vivió esa vida, ¿Cómo te sentirías? Te sorprenderá lo que puedes encontrar y entender viéndola de esta forma.
Si tienes hijos, te recomiendo trabajar cuanto antes el vínculo con tu madre para que dejes de repetir patrones de comportamiento que muchas veces no son sanos en tus hijos. Entre más pronto empieces mejor.
Si nuestras madres son nuestra principal influencia de niños, ¿Acasó no es apremiante el tener una madre sana, segura, fuerte, y empoderada? Pronto hablaré en forma amplia sobre este tema. Por lo pronto, ¿qué vas a hacer para sanar la relación con tu madre?
Respetar tus espacios de salud
De acuerdo a varios especialistas de la salud, la energía para dar y para cuidar de otros incondicionalmente fortalece todos los órganos del pecho, las mamas en las mujeres, el corazón, los pulmones, la parte superior de la columna y los hombros.
Muchos padres, sobre todo las mujeres, ponemos en segundo plano nuestras necesidades personales y emocionales, y esto causa resentimiento, rabia, aflicción, anhelos, deseo de contacto y cansancio. Todo esto ocasiona problemas de mamas, hombros, corazón y pulmones. Las enfermedades en esas zonas son la causa de la mayoría de las muertes y discapacidad entre las mujeres.
Una madre cariñosa y sana es el centro de la salud y la felicidad de su familia, sin embargo, también puede deteriorarse si la madre siente que ella no es digna de recibir el amor y el cuidado de sus hijos.
Empieza por hacer caso a tus necesidades, a lo que tu cuerpo te pide, dale espacio al descanso, dedica las horas necesarias para dormir, come saludablemente. La humanidad tiene exceso de hiperactividad en estos días y no le dedicamos espacio a nuestra salud.
Si tú no empiezas a darte el tiempo y espacio para tu salud, ocurren varias cosas, y señalo 2 muy importantes: le estás dando un mensaje a tu familia y al resto del mundo de que tú no importas, y esto afecta tu autoestima, además, das el mensaje de que no eres digno de ser bien tratado. Para que el mundo te respete tienes que empezar a respetarte tú mismo. Por otro lado si tienes hijos, les estás dando el mensaje en forma inconsciente, de hacer lo mismo: de no cuidarse, y por consecuencia que ellos tampoco son importantes.
Todos estos temas de auto cuidado como la alimentación, el sueño, el descanso, la organización y el orden, los hemos visto en las primeras clases de Tensegridad. Si estás interesado en trabajar estos temas puedes contactarme. Envíame un mail a monicasofia@tensegridad.com con el tema: interesado en los temas de auto cuidado.
Ser la víctima no funciona
Es muy fácil culpar a nuestra madre de nuestra situación, de nuestros defectos o fallas. La posición de víctma nos aleja de nuestro poder personal y nos coloca en un lugar propicio para los fracasos. La recapitulación en sus diferentes modalidades es otra herramienta de Tensegridad que te puede ayudar a tener otra vista diferente y salir de la víctima.
Si tienes hijos y quieres criarlos en forma sana o si quieres sanar la relación con tu madre, es importante que conectes con tu sabiduría interna: con tu cuerpo energético y dejes que te guíe en esa tarea.
Sacrificarse por los hijos
Si tienes hijos este es un tema que vale la pena revisar, sobre todo si eres mujer. Es importante que descubras, te abras y encuentres esa parte que siente que debe “sacrificar su vida” por tus hijos. Y, paradójicamente, esto también significa saber en qué momento renunciar al sacrificio por su bien y por el tuyo.
Si sientes que es un sacrificio el que haces por tus hijos, empieza a ver los pensamientos que se generan cada vez que te llega ese sentimiento. En qué momentos surgen, qué te dices, qué es lo que detona esta emoción. Y entre más lo hagas, empezarás.a ver patrones de comportamiento en ti. Registra esto en tu diario de navegación.

El diario de navegación
Un diario de navegación es el nombre que se ha usado en Tensegridad a un cuaderno o dispositivo que te permita escribir tus hallazgos. Es una excelente herramienta que te permite escribir y sacar tus pensamientos emociones, pensamientos limitantes y descubrimientos. Es muy útil porque con el solo hecho de sacar estas cosas de tu mente y ponerlas fuera de ella, te permite tener distancia y observarlo desde afuera.
Empieza a sanar la relación con tu madre
Trabajar a la madre es todo un tema que vale la pena recorrer. Si trabajas la relación con tu madre, verás resultados asombrosos. No hay escuela que nos enseñe estas cosas y por otro lado, solemos dar el tema por sentado. No se nos ocurre abrir el libro de nuestra vida, ir a la fuente, a la madre, y limpiar lo que haya que limpiar.
Pocas personas tienen la inquietud o curiosidad para entrar en estos terrenos. Pero una vez adentro, agradeces infinitamente haberlo hecho por todos los regalos de consciencia y energía que regresan a ti y que te permiten tener una vida mucho más felíz.
Sana tu vínculo materno, Arregla tu vida
Serie de 4 clases en línea
En este taller conectaremos con la guía interior a través de movimientos corporales, respiraciones y ejercicios de acecho para conocer quién es y quién fue realmente nuestra madre. Quiénes somos y qué necesitamos sanar para ser mejores seres humanos y limpiar nuestro linaje. Es un camino que realmente vale la pena explorar.
