El término Tensegridad volaba en mis pensamientos eventualmente - Tensegridad de Carlos Castaneda

El término Tensegridad volaba en mis pensamientos eventualmente

Práctica

El término Tensegridad volaba en mis pensamientos

Leí hace años los primeros ocho o nueve libros del maestro Carlos Castaneda, realmente fascinantes, pero representaban una posibilidad que parecía inalcanzable para la mayoría de los seres humanos. Y ahí, hace años, empezó la búsqueda.

El término Tensegridad volaba en mis pensamientos eventualmente, entonces a través de internet busqué algo que me diera un indicio, encontré muchas páginas pero ninguna llenaba mis expectativas. Cuando ya estaba decidida a irme lejos a un pueblito o ranchería para poder practicar «pases mágicos» -pues una posibilidad autentica parecía imposible- encontré la página de Cleargreen donde busqué un grupo de práctica y me integre inmediatamente.

A los quince días de incorporarme al grupo había un Seminario en la Ciudad donde vivo y por su puesto me inscribí. Realmente ni siquiera tenía idea de lo que ello implicaba.

El seminario me hizo percatarme de que ahí había algo más. Pero aún tenía que aprender, comprender y aplicar una serie de conocimientos que ni si quiera sospechaba.

Después del Seminario continúe en las prácticas de grupo una vez a la semana. Realmente ejercitar por mi cuenta me costaba mucho trabajo pero me asombraba y admiraba lo especializado de los movimientos y técnicas que se aplican. De repente empezaron unas clases de Ciclicidad que al principio no entendía, se me hacían técnicas para un bienestar únicamente cotidiano, incluso las preguntas me parecían difíciles de responder. Pero bajo ningún contexto claudiqué y así, paso a paso, he ido comprendiendo la gama de variantes, posibilidades, técnicas y demás que tan acuciosa y especializadamente se encuentran en la Tensegridad.

La Tensegridad no solo implica un bienestar en la vida cotidiana, económica o física, sino que va mucho más allá, a la naturaleza del ser humano en su máxima expresión. Solo que no es una fórmula matemática que se memorice; su velado conocimiento se obtiene realmente con la práctica que permite comprender su esencia.

En la Tensegridad converge algo indescriptible pero tan propio de los seres humanos y que hoy, afortunadamente, se encuentre a la vista y alcance de todos.

Quiero Agradecer Infinitamente a todos aquellos semejantes que hacen posible que la humanidad cuente con ésta posibilidad; así como a mis compañeros de práctica, que consciente o involuntariamente me apoyan, orientan y contribuyen.